Inevitable

Todo pasa por algo, y quizás me estaba engañando pensando que duraría para siempre, que eras ese complemento que necesitaba para olvidarme de él, para sacarle de una vez de mi vida, de mis pensamientos. ¿Sabías cual era mi mayor miedo? Puede parecer muy simple, pero mi único miedo era que te convirtieras en un pequeño idiota, y esta mañana lo has conseguido, con tus palabras, con tu actitud, me has recordado a él, a sus típicas frases, sus continuos desprecios, esa manera de hacer daño. No puedo ir de víctima, se que yo también he dicho cosas que han podido dañarte,  sobre todo con mi actitud, mi inaccesibilidad, mi dureza al decirte que no quería seguir siendo tu amiga.

Un día te dije que nunca dudaras de que te quiero, quizás eso es lo que más me ha dolido, porque sé que hoy lo has dudado, hoy lo has demostrado al decirme “Total, solo soy yo”. ¿Sabes qué? Tenias razón, solo eras tú el que conseguía hacerme sonreír durante horas, solo tú has logrado que me olvide durante días del idiota, el que me sorprendía cada día, solo tú conoces esa parte que nunca he mostrado, tú te esforzabas por hacerme sonreír, solo tú has intentado  darme lo que te pedía, aunque te costará, tú y solo tú has convertido mis días grises por culpa del idiota en azules, mis momentos tristes en momentos divertidos, el que me anima, el que me dice cosas preciosas porque le salen, el que me hace sonreír como una niña cuando me dices “Me encantas” porque he dicho algo que te gusta, me encanta planear esa visita, mis trampas para ganarte a la Xbox, eres tú el que me ha dicho te quiero sin arrepentirse, el que me repite cada día que me quiere, y que me necesita. ¿Cómo es posible que sienta este vacío? Si total, solo eres tú.