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31 enero 2010


Siento no poder controlar este sentimiento, este dolor tan intenso, esta tristeza y este vacío dentro de mí que solo logro controlar cuando te tengo cerca. Me encantaría poder plantarme delante de ti y decirte todo este sentimiento que me envuelve cada vez que te veo y te recuerdo, pero sé que no puede ser. Intento consolarme creyendo que no es cobardía y que no intento escapar como siempre.

Toda mi vida cambio en el mismo instante que apareciste tu con esa sonrisa y mirándome como si intentaras descubrir quién soy, aunque todavía no lo lograste, no alcanzaste tu deseo o tu pura curiosidad.

¿Por qué no puedo controlarme cuando estoy contigo? Tengo ganas de besarte, acariciarte, que es lo que me das para no dejar de pensar en ti ¿Cómo has logrado que sea débil a tu lado? ¿Por qué no logro enfadarme contigo? ¿Cómo has conseguido ser mi mayor debilidad?

Ya se porque las frías noches lluviosas, con un cielo oscuro sin nubes que me enamora cada vez que le veo, me recuerdan tanto a ti. No sé cuál es el motivo, ni si tienen comparación alguna pero lo cierto es que la sensación que tengo es que estoy más cerca de ti.

Aunque no llegues a creerlo, decirte “no” se ha convertido en mi mayor castigo, me paso las noches pensando e imaginándome como seria si la respuesta hubiese sido “si”.

Me gustaría saber qué es lo que tengo que hacer con lo que siento, huir, arriesgarme o quedarme callada como si nada pasara.

Lo único que sé es que te quiero y que te echo de menos y aunque me duela en el fondo creo que es la mejor solución, lo mejor para los dos es estar lo más lejos posible el uno del otro.

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