Seguidores

10 mayo 2011

En manos del destino

Cuanto más me esfuerzo para que mi mundo funcione, mas se encarga el destino en destrozarlo. Por esto he decidido pasar, vivir la vida como venga, intentar ser feliz con lo que tenga, porque no puedo humillarme para tener a una persona cerca, no puedo rogarle que me quiera, principalmente porque no es un rasgo de mi personalidad.

Tengo un problema, y es que tampoco soy conformista, siempre quiero más de lo que tengo  o de lo que me ofrecen, pero he aprendido a base de golpes, que esa característica es un gran defecto. No todo lo que quiero pasara de la forma que deseo, como tampoco tengo la certeza que la gente que me rodea, esas personas que adoro incluso que quiero, estén siempre a mi lado, aunque yo lo desee con todas las fuerzas. Ni tampoco tú, esa persona por la que siento algo más que una amistad, que cuando te veo me invade un deseo, tocar lo prohibido, tus labios; no puedo obligarte a que sientas la mismo, o si lo sientes no puedo obligarte a no intentarlo.

Si, lo sé, yo soy una gran contradicción, que si le quiero, que si no quiero nada con él, que le odio, que tampoco es para tanto, que soy feliz cuando está a mi lado, que me saca de mis casillas cuando hablamos, que me encanta lo malote que es, que odio que no saque su parte tierna, que me hace gracia cuando dice que es sincero, que me enfado porque no lo es, que me alegra cuando me llama y siendo un vacio cuando no lo hace, que me pongo tonta porque siempre termino hablando de él y a la vez eso me preocupa.

En fin, no sé cómo llamarlo, tampoco tengo la definición exacta de lo que es el amor, pero si esto lo es, espero que por lo menos sea un amor de verano, siempre tienen fecha de caducidad.





Nada sucede por casualidad, en el fondo las cosas tienen su plan secreto, aunque nosotros no lo entendamos

1 comentario:

Gise dijo...

Muchas gracias por leer lo que escribo y opinar n.n me alegra que las cosas te lleguen. Espero que te sirvan las cosas y que sigas leyendo.