Seguidores

11 julio 2011

Un juego muy extraño. La única forma de ganar es no jugar

Acaríciame, bésame, siénteme, comprende lo que siendo, cuando me miras, cuando me rozas, cuando nos enfadamos y discutimos como salvajes. Dime que es lo que impide que dos salvajes se besen.
El día que te des cuenta de lo nerviosa que me pongo cuando escucho tu nombre, tu voz, cuando me entero de que te voy a ver, lo que me enfado cuando te vas y otra vez no hemos parado de discutir sin aprovechar el momento que tenemos para estar bien.

Quiero que me beses sin compasión, sin motivos, que tu beso frene el tiempo, quiero que tú seas mi excepción, y después quiero que lo olvides, que nunca lo menciones, que sigan nuestras peleas, nuestras cosas.

Lo nuestro sea como sea, esto que tenemos que no puedo llamarlo de ninguna forma, porque somos todo y al segundo no somos nada, es diferente, ni yo lo tengo con otros ni tu lo tienes con otras.
Me da miedo conocer a alguien y dejar de jugar contigo, porque cuando solo somos nosotros me divierto, pero siempre salgo con una herida de guerra, que sabemos cómo empieza pero nunca como termina, podemos terminar riéndonos, llorando, pero siempre tu y yo.

Me da miedo reconocer que estoy mejor sin ti, que eres importante para mi, que lo nuestro es un juego y que como en todo juego hay un perdedor. Y la peor sensación que tengo cuando te vas es que soy yo la que una vez más ha perdido, soy yo la que se queda con sensación de vacío, soy yo la única que te echa de menos, pero me da igual, vuelvo una y otra vez, no puedo resistirme a jugar contigo, no sé si es por la adrenalina o porque eres algo diferente en mi provocada monotonía. Lo que tampoco tengo claro es que si me gusta mi monotonía o porque si la sigo provocando podemos seguir jugando.

Como una buena jugadora, se cuando tengo que retirarme, y aunque lo tuve que hacer mucho antes, este verano es el momento. Tengo que hacer cambios, y sintiéndolo mucho tú eres uno de ellos. Lo único que no tengo claro, es cuando empezaran los cambios, ni si sabré reaccionar cuando te vuelva a ver, porque tienes el poder de hacer que mi vida se ponga al revés justo en el momento que estoy empezando a olvidarte, para después marcharte.


Yo nunca creí en mis posibilidades así que deje de jugar.

No hay comentarios: