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12 noviembre 2011

Desde ese momento no he podido dejar de pensar en ti. Nuestra última pelea se repite una y otra vez en mi cabeza.  No estar contigo hace que mi cuerpo no sea el mismo, mi piel echa de menos tus caricias y mis ojos necesitan cruzarse con los tuyos. Necesito volver a tener la sensación de nerviosismo, que me cueste respirar cuando pasas por mi lado, que las palabras no salgan por mi boca, necesito volver a olerte, echo de menos que mi cuerpo huela a ti, nuestras conversaciones, pelarme contigo pero sobretodo nuestras reconciliaciones, tus sonrisas de vencedor, tus palabrotas, tu cigarrillo en la mano, necesito escuchar mi nombre de tu boca, volver a sentir tus abrazos, quiero volver a desear tus labios, jugar con tu pelo,  necesito verte sonreír y que con tus tonterías consigas sacarme una sonrisa en los días más malos, quiero que vuelvas a pintar mis días de azul y que no dejes de hacerlo nunca más. Quiero que tú seas mío, como yo soy tuya.

Me atormenta el beso que quisiste darme, y tan tontamente rechace. No puedo dejar de pensar en lo que sentí cuando vi que querías besarme, mi corazón no podía latir más deprisa.  Sentí que mis deseos se verían cumplidos, mis labios estaban deseando ese momento, pero elegiste el peor momento para hacerlo. Temo que tú te conviertas en una herida que no puede cicatrizar. Si tú no estás sufro, mis días son iguales, tristes, vacios, grises, pero tengo que admitirlo, cuanto más cerca estoy de ti, mas sufro
.
Estas dentro de mi cabeza atormentándome en todo momento, ¿Qué tengo que hacer para que te vayas? Dímelo, haré todo lo que me pidas.

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