Mi zona prohibida dice:

Es imposible no sonreír cada vez que te veo. No puedo dejar de recordar la primera vez que te vi, creo que te odie, bueno no lo creo, lo hice, pero poco a poco ganaste posiciones hasta llegar a la zona prohibida, llena de normas que encontraste la manera de saltarlas, de romperlas, de evitarlas. Eres un maldito cabron, pero me encanta tu forma de ser, tu niño bueno que a veces dejas que salga a divertirse, tu lado oscuro que me ayuda a separarme un poco de ti y no volverme loca cada vez que me miras. Realmente no puedo explicar lo que siento cuando te tengo cerca, es inevitable que me sienta extraña, son sentimientos opuestos, por un lado soy feliz, estas a mi lado, con tus tonterías, tus momentos de locura total, y por otro lado esta mi miedo, aparece en nuestro mejor momento, tengo pánico a que tu inteligencia aparezca y te enteres de todo lo que siento por ti, todo cambiaria, no serías el mismo conmigo. Tengo que admitir que a veces deseo con todas mis fuerzas que sepas la verdad, que ese sea el motivo por el que juegas al chico complicado conmigo, que la distancia que hay entre nosotros sea exclusivamente porque no quieres que me ilusione o simplemente no quieres hacerme más daño, pero no puedo engañarme, yo no te importo y por eso te comportas así. Mi zona prohibida empieza a asumir que todo se ha quedado en nada y que por más que yo quiera, por más que lo intente, no puedo reconstruir algo que ha dejado de existir.