La mayoría de nuestras fantasías se disuelven cuando despertamos, desterrado a lo más profundo de nuestra mente. Pero en ocasiones, si nos esforzamos lo bastante… podemos vivir nuestro sueño.
La fantasía es simple. El placer es bueno. Y el doble de placer es mejor. El dolor es malo, y el no tener dolor es mejor. Pero la realidad es diferente. La realidad es que el dolor trata de decirnos algo. Y hay tanto placer que podemos tomar sin que nos de dolor de estómago. Y quizá eso esté bien. Quizá algunas fantasías, se supone que vivan sólo en nuestros sueños.
Visto en: Anatomía de Grey
Visto en: Anatomía de Grey
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