Quizás la lluvia de grados que me salpica te moleste, no soy más que un ser perdido, quizá mis penas hechas humo sean aire en tus pulmones y amo lo que no he querido y tras buscar cabalga en lo profundo de los bares y rincones de la urbe me vuelvo a mi mundo, soy pesimista que se viste con colores para despistar el llanto que provoca decepciones. Me retiro herido, dejando paso a la miseria y consume cada parte de este Sergio, en serio, que convirtió paz y sosiego en pura histeria, me revuelco por el suelo en mares de odio y tedio. Es complicado buscar cuando no sabes lo que buscas y sin más te ofuscas al ver tu tumba. No habléis de amor, no necesito frases hechas, ni fechas, no, si en cuanto puedas de despechas. No sois sinceros, tras veintiséis eneros sigo siendo muñeco roto y olvidado, pero con huevos me levanto cada día para ir viendo, como el amor queda de lado. Falsedad, escondida en cada esquina y cual espina que se clava en paladares me desquicia. Nada peor que la ausencia de esperanza en una raza que es humana y sobre el débil se abalanza. Nada más triste que querer sin ser querido, que retales del olvido te suspendan con sus hilos, nada me daña soy el eterno de este infierno, donde solo veo el cielo en los versos que me invento
Si tengo miedo a estar solo es lo de menos, prefiero restos del viento a ser veneno. Diles la verdad aunque les duela, no hay tregua.
“Todos tenemos precio, pero no intentes comprarme, que muchos por un duro se arrodillan ante el aire”. Res Non Verba.
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