Jugando con mis dedos, provocando
un acercamiento, tu boca, la mía. Quiero
que nuestras lenguas bailen un tango más que intenso, deseado y disfrutado. No
quiero que sospeches de mis intenciones, no busco mas que una aventura larga y
caliente, que seas mio en las noches de verano.
-Admite que me deseas -dije
- Solo quiero desnudarte y
devorarte.
- Lo haces a propósito
- ¿El que? –Esbozó una sonrisa
picara
- Quieres que enloquezca imaginándolo.
Tu aliento refresca mi cuello,
siento como desciendes por mi cuerpo, como si fueses parte de mí. Nunca me
había sentido tan deseada por un hombre, nunca en toda mi vida he deseado ser
mordida, acariciada y besada por alguien.
Esta debilidad es culpa tuya, ser
tuya al menos es diferente, es gemir a alguien pensando si serás tu quien
provocará mi siguiente orgasmo. Cada caricia, cada beso es mas intenso que la
primera vez, también mas placentero. Follar pensando que es la última vez hace
que lo viva con más intensidad. Es como sentirse deseada y abandonada a la vez,
es sentirme viva.
-Esto es una maldita locura -le
susurro
- Si, estoy loco, si, por ti.
Sonríes, y en este momento
comprendo que estoy loca por ti. Tu lengua me toca, tengo una sensación de
alivio. Es tan húmeda, tan sabrosa. Desde ahora acepto que esta lengua será mi
droga favorita. Mi deseo, lo siento, es
tan intenso que provoca que cometa mas locuras.
Me besas levemente el ombligo, bajas lentamente, separas mis piernas y
muerdes muy suave. Trato de no gemir, pero fracaso. Cariño, mi locura es tenerte entre mis piernas, notar como tu lengua sube y baja, agarrarte para que no pares, morder mi labio
mientras tus estas en los míos. Es este momento cuando estas entre mis piernas,
todo se me va de las manos, quiero decir, me descontrolo por completo, mis
gemidos, mis mordiscos, y los arañazos, no son algo que pueda controlar, no sé
si lo sientes, pero me pasa cada vez que tu lengua se mueve lento, lentamente
hacia la velocidad, hacia mi placer mas extremo, hacia mi humedad.
Pero en fin,
después de este descontrol, lo supero y me doy cuenta de los gemidos que tu
boca van a producir gracias a la mía. Entonces mis manos buscan hundirse en tu
pantalón, desabrochar lentamente el cinturón, y acariciarte mientras te beso la
boca, mientras nos comemos para bajar hacia la profundidad. Te vuelves loco al
verme de rodillas, bajo lentamente el pantalón. Poca ropa para el descontrol que
mi boca produce. Mi mano te agarra
suave, besos para humedecerte, mi lengua se mueve despacio. Te escupo, y cuando
te miro te estas riendo, me dices sigue y me la meto. Juego con ella, bajo y
subo constantemente. Me agarras por el pelo mientras tu boca emite gemidos que
me excitan a seguir dejando la marca de mis labios en tu polla. Resoplas cuando
mi boca baja hasta abajo, cuando la saco despacio. Beso tu polla, subo por tu ombligo, me detengo
en tu pezón, muerdo flojo, me das un
azote, sonrió. Mis labios presionan tu cuello, mi lengua en tu lóbulo, juego
despacio y te susurro: Sigamos, hazme tuya.
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